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Capítulo 1. Una noche durante la cena.
Somos dos amigos que se conocen desde hace muchísimo tiempo y que, durante este tiempo, se han enamorado del café espresso. Una noche durante la cena hablamos de cómo nuestros días habían mejorado desde que habíamos comenzado a beber un buen espresso. Nos entusiasmamos y nos dimos cuenta de que saber más sobre el café enriquece la vida. Saber qué tipo de espresso tomar por la mañana da la carga adecuada para elegir una variedad respecto a otra, permite disfrutar plenamente de una pausa de todo y de todos, entender cuál es la intensidad adecuada para el café después de la comida, realmente puede ayudarme a afrontar mejor la jornada.
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Capítulo 2. No éramos compatibles.
Pero para disfrutar de todo esto teníamos que ir siempre a esos pocos bares que ofrecían ese tipo de calidad y esa variedad concreta. Cuando estábamos en el extranjero era casi imposible encontrar un café auténtico y de calidad pero también en casa o en la oficina en Italia era difícil ya que las cápsulas compatibles que utilizábamos no nos satisfacían para nada. El resultado en la taza estaba lejos de la calidad que buscábamos. ¿El motivo? Simple: o la cápsula estaba producida en torrefacciones que hacen un buen café pero los procesos de envasado no son óptimos, o la cápsula provenía de una marca privada experta en el envasado, pero que no garantizaba una materia prima de calidad.
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Capítulo 3. ¡Eureka!
Comenzamos a soñar y nos dijimos: ¿Por qué no mejorar también la vida de otras personas? ¿Por qué no permitir a cualquier persona conocer y elegir l’Espresso adecuado para el momento adecuado? En ese momento entendimos que teníamos que crear cápsulas que no solo fuesen compatibles, sino que también estuviesen buenas en la taza. Un espresso en cápsulas que tuviese una verdadera calidad y con el precio justo.
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Capítulo 4. El Café Italiano.
¿Qué se necesitaba? En primer lugar una torrefacción que pudiese garantizar un café de primerísima calidad. Por ellos nos asociamos con el Café Barbera de Messina, la familia de torrefactores más antigua de Italia. Una vez certificada la calidad de la materia prima, decidimos entrar en el proceso de creación de las mezclas. Pero no nos detuvimos allí ya que entendimos que lo que realmente marcaba la diferencia era el proceso de elaboración de la cápsula. Invertimos en los procesos de envasado y después de diferentes intentos finalmente conseguimos obtener el espresso italiano que tanto nos gustaba también en cápsula. Fueron muchos los días de trabajo y los intentos, pero al final lo conseguimos: en ese momento nació IlCaffèItaliano. Y nosotros no podíamos estar más contentos. IlCaffèItaliano, creado para ser auténtico.